lunes, 25 de julio de 2016

Hablemos sobre "Exponer o indagar"

¿Hablamos?

En Colección de Xícaras, definí el ¿por qué? de este blog. Un espacio donde puedo compartir conocimiento con todo el que encuentre el blog, y brindar herramientas que hoy siguen estando más inclinadas a ser dadas en capacitaciones del mundo laboral. Creo fielmente que si las llevamos a nuestro día a día, no solo la vamos a pasar mejor... también construiremos un mundo mucho mejor. Varios me han escrito agradeciendo lo que escribo y vuelvo a agradecerles por leerme. Por eso hoy nos seguimos adentrando en nuestra caja de herramientas que comenzamos a explorar la semana pasada en el post: Cuerpo + emoción + lenguaje y continuamos enfocándonos en el lenguaje, veremos dos de sus herramientas conversacionales: Exponer e indagar.


Según Fredy Kofman, los procesos de comunicación efectiva se basan en el arte de equilibrar en forma productiva el exponer y el indagar. El modelo tradicional de exponer, dice el autor, está basado en la guerra y en los deportes competitivos. "La conversación es un juego de suma cero, mi triunfo es la derrota de mi oponente y viceversa. No hay espacio para trabajar juntos, cambiar las reglas, disolver restricciones, inventar nuevas opciones o crear valor. (...) Lo que está en juego no sólo es la razón sino la autoestima y la imagen pública de los interlocutores - contrincantes" En su libro Metamanagement (tomo II: aplicaciones) Kofman plantea la posibilidad de darle un giro productivo a esta forma de comunicarnos, un exponer productivo, una manera "que promueve el aprendizaje mutuo, el trabajo en equipo y el compromiso individual hacia un propósito común. (...) En vez de orientarse hacia el control unilateral, el exponer e indagar productivos apuntan a la efectividad, al respeto y al aprendizaje".


Exponer e indagar

Indagar y exponer son dos caras de la misma moneda. Cuando me preocupo por exponer productivamente, probablemente este poniendo todo de mi para ir respondiendo implícitamente a las preguntas que la otra persona me haría al indagar también de manera productiva. ¿Pero cuáles elementos puedo tomar en cuenta para cada rol?

Cuando estoy hablando desde el "Exponer":
1. Es importante apropiarse de las opiniones (esto es lo que uno piensa, no “la verdad objetiva”). Atentos a las generalizaciones como "Es que la gente..." o "Todo el mundo piensa que..." apropiarse de las opiniones es hacerse cargo "sin la gente ni todo el mundo". Y también, estar consciente que tenemos el derecho a cambiar de opinión.
2. Admitir que uno puede estar equivocado. (Apertura al aprendizaje)
3. Exponer aquellos supuestos, prejuicios o presunciones de los que uno sea consciente.
4. Exponer las observaciones (datos objetivos) que fundamentan su razonamiento. (ahondaré más sobre la diferencia entre Afirmaciones, Juicios y Declaraciones muy pronto)
5. Exponer las suposiciones con detalle de la lógica y las comparaciones con estándares que llevan del razonamiento de los datos a las conclusiones, es decir, ¿cómo llegaste a esa conclusión? (lo que viste, lo que sentiste, lo que interpretaste de todo eso) Estos datos apoyan tus conclusiones, pero no necesariamente la validan. 
6. Ilustrar razonamiento con ejemplos.
7. Verificar que los demás hayan entendido el argumento.
8. Invitar a opinar y recibir con apertura el desacuerdo, en  caso de que se presente.
9. Evitar la tentación de defender nuestra exposición y especialmente de "convencer" que es la verdad, especialmente si aún no hemos comprendido la posición del otro. 

Desde el rol del expositor, permitimos a los demás aportar (y también cuestionar ¿por qué no?) elementos de nuestro proceso de pensamiento, en vez de discutir sobre la conclusión. Siempre desde una postura de humildad y respeto que desarman la competencia por oposición y permiten que salgan esas diferencias que nos pueden agregar valor. 

Cuando estoy hablando desde el "Indagar":
1. La condición fundamental es la ACTITUD DE ESCUCHA ACTIVA. No interrumpir o “completar” las oraciones del otro
2.Mantener contacto visual y una posición corporal abierta.
3. Suspender nuestras opiniones. 
4. Reconocer y respetar a a otra persona como un "otro diferente" 
5. Orientar la indagación hacia el aprendizaje y no a probar que uno está en lo cierto y el otro equivocado
6. Indagar supuestos subyacentes del otro. 
7. Preguntar por datos y observaciones que sustentan el razonamiento. Verificar que se está comprendiendo lo que se escucha. 
8. Hacer preguntas abiertas.
9. Pedir permiso para agregar información o presentar desacuerdo.
10. Pedir ejemplos y casos concretos

Desde el rol del indagador, podemos descubrir el razonamiento de los demás, no solo ayudarlos a que expresen lo que piensan, sino por qué piensan lo que piensan. El deseo de entender al otro, de adentrarse en su mundo, nace de valores como la humildad y el respeto. Quisiera resaltar una frase importantísima de Kofman para tener en cuenta: 
"La capacidad de prestar atención es inversamente proporcional a la necesidad de tener razón. Cuanto más preocupado esté uno en probar que está en lo cierto, menos energía le queda para investigar los aportes de los demás".
Hay distintas formas de indagar: puede ser horizontal (cuando se hace sobre hechos particulares en la superficie) vertical (cuando se profundiza en experiencias personales, modelos mentales, etc) transversal (experiencias con otros) Ortogonal (cuándo indagamos cabos sueltos). 

¿Que pasaría si comenzamos a hacernos cargo de tomar un rol activo en nuestra forma de comunicarnos con los demás? Soy consiente de  ¿En cuál situación hablo desde el exponer? y ¿en cuál podría hablar solo para indagar? ¿Qué tan dispuesto estoy a dejar de lado el exponer tradicional y comenzar a ejercitar el exponer productivo, aunque mis interlocutores aún no conozcan esta diferencia?

Si te acordaste de una situación donde te sentiste realmente escuchado por otra persona, ¿cómo te hizo sentir? deja tu comentario acá en el blog instagramtwitter o facebook.  Y cuéntame, ¿vas a regalarle esa experiencia a alguien más? 


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Fuentes:

Metamanagement Vol II por Freddy Kofman.

Exponer e indagar - Escalera de inferencia por Gabriela Mozzon (Presentación Prezi)

Notas de clases.

lunes, 18 de julio de 2016

Cuerpo + emoción + LENGUAJE

¿Sabías que los seres humanos nacimos equipados con las herramientas básicas para participar activamente en el diseño de nuestra propia forma de ser? Todos tenemos un espacio de posibilidad para CREARNOS, siempre considerando que estamos expuestos a condicionamientos biológicos y naturales, incluso históricos, sociales y también culturales, que nos incluye uno que otro peso "de más" en nuestro Box de herramientas. 

Entonces, para sustentar esta idea, podemos reconocer tres elementos primarios que son las herramientas básicas que se nos han dado: El cuerpo, la emoción y el Lenguaje. En cada uno de ellos se pueden reconocer competencias específicas que inciden en la eficiencia y la efectividad de las conversaciones que sostenemos.


Cuerpo emoción y lenguaje

De las emociones ya hemos hablado acá en Xícara, y del cuerpo hablaremos más adelante. Hoy quiero que nos centremos en el lenguaje. 

El lenguaje tiene una relevancia superior sobre el cuerpo y la emoción, y como explica  Rafael Echeverría en su libro“Ontología del lenguaje” el lenguaje es el que da sentido, comprensión o entendimiento; inclusive es con el que podemos reconocer la importancia de las otras dos herramientas (o dominios como los llama Él) no lingüísticos: el cuerpo y la emoción.

El lenguaje es lo que hace que los seres humanos seamos los seres particulares que somos. Es a través de él que nos creamos, por eso decimos que es generativo porque cuando hablamos no solo describimos algo, también generamos nuevas realidades que sin el poder que tiene la palabra, no hubiesen sido posibles.

Podemos usar el lenguaje con que hablamos de dos maneras básicas, en forma Descriptiva (explico lo que pasa u observo) y en forma Generativa (hago que las cosas pasen). En la primera, asumimos el rol de narradores del partido que estamos viendo, estamos en la cabina de transmisión relatando los acontecimientos de las observaciones y hechos que vemos en la cancha, dando nuestra opinión de lo que se hace o dejo de hacer...  En la segunda somos protagonistas, nos metimos en la cancha como jugadores; haciendo que las cosas pasen, creando resultados a través de pedidos, ofertas, promesas, declaraciones; y en este rol generamos una realidad distinta.

Durante nuestra vida tendemos miles de oportunidades de ser "narradores" y muchas más oportunidades de ser "jugadores". En algunos casos nos será más útil un rol que el otro. Depende de lo que queramos lograr... 

Lo esencial acá es comenzar a tomar consciencia cuestionándonos aquello que hoy no nos está sirviendo para llegar a donde queremos. Podríamos entonces comenzar a intervenir observándonos a nosotros mismos sobre la coherencia de estas tres herramientas básicas: ¿Como está mi cuerpo? ¿qué proyecta? ¿como se mueve? ¿cuáles posiciones adopta?; ¿Cómo están mis emociones? ¿cómo me siento regularmente? ¿cómo me siento estando sola en una habitación? ¿qué siento cuando estoy rodeada de gente? ¿cómo reacciono frente a las cosas?; ¿Qué relato me hago? ¿que historia "me cuento"? ¿que me digo al ir a dormir? ¿cómo me hablo al comenzar el día? ¿celebro mis logros? ¿me felicito? ¿castigo mis errores? ¿soy consiente del poder de mis palabras (conmigo mismo y con otros)? ¿como son mis conversaciones? ¿Descriptivas o generativas?

El Coaching es un proceso conversacional  de aprendizaje personalizado, diseñado para que resulte en acción efectiva, mejor desempeño y crecimiento personal de un individuo, según su particular estilo y ritmo de progreso.                                                                                 
Libertad: ser quien quiero ser
El coach ayuda a su coachee a mirar sus tres herramientas y trabajar sobre ellas. A menudo, los cambios en uno de los tres elementos no logran conservarse, debido a la presión que proviene de los otros dos por mantener la coherencia. Y es que recuerda que los seres humanos somos animales de costumbres, así que el cambio precisa constancia sostenida en el tiempo. Ello obliga muy frecuentemente a intervenir simultáneamente en los tres, para asegurar que las transformaciones producidas en uno de ellos sean coherentes en los otros y finalmente se mantenga.

Estas tres herramientas de las que les he hablado hoy, nos brindan una oportunidad increíble e infinita. ¿No solamente puedo construir quien quiero SER sino también puedo cambiar mi realidad? Entonces ¿por qué me da miedo? ¿por que no lo hago? ¿por que no lo logro YA? Cada caso es tan distinto como la persona y tan particular como la meta que se ha propuesto. Pero algo tenemos en comun, y es que dentro de esa coherencia que existe entre los tres elementos ¡Somos incoherentes! una cosa es lo que decimos, otra lo que hacemos. ¡Y no somos conscientes de ello!

Yo tengo dos hipótesis, la primera es que no sabemos ni quienes somos ni que queremos HOY. ¿Y no te parece que para SER aquello que queremos "ser en el futuro", necesitamos saber que nos falta, para trabajarlo en el AHORA? [inserte el emoticon pensativo de Whats app acá] Creo que sin necesidad de ponerse "existencialistas" con el "¿quien soy?" sería bastante provechoso tener una idea base, no?

Y la segunda hipótesis es que estamos esperando que "nos llegue ____________" (escoja la opción que usted espera: la oportunidad, la plata, el tiempo, la inspiración, el presupuesto, la persona, el fin de semana, la temporada, el año, el coraje, las ganas, la alineación interestelar, etc etc etc al infinito) y no nos hacemos cargo de GENERARLO con lo que tenemos hoy. Y es que ¡Nos gusta tener la razón! Y como "no llegó  ______________ aún" (Por favor, vuelva a escoger la opción que tomó anteriormente)... entonces por eso "que no depende de nosotros y que lamentablemente no tenemos hoy" es la razón por la que no logramos lo que queremos, pero "algún día" nos llegará... (y hablamos en tercera persona, por las dudas...)

Si eres de los que no quieres esperar, deja tu comentario acá en el blog instagramtwitter o facebook Cuéntame, ¿cuáles mejoras quieres hacerle a tus herramientas básicas?


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Fuentes consultadas: 

LA TRILOGIA DEL LENGUAJE, CUERPO Y EMOCIÓN EN LA TRANSFORMACIÓN  ORGANIZACIONAL de Maria E. Lopez D. en la publicación Scientia et Technica Año XVI, No 44, Abril de 2010. Universidad Tecnológica de Pereira. ISSN 0122-1701  

Programa de auto-entrenamiento en competencias conversacionales para lograr una masa crítica de conversaciones, que permita transformar la organización por Enrique T. Kenny

Ontologia del Lenguaje por Rafael Echeverria.

Notas de clases.

jueves, 14 de julio de 2016

¿Dices todo lo que piensas?

¿Dices todo lo que piensas? ¿O te lo guardas?

En toda conversación suele haber cosas que no decimos. Por muchas razones... A veces, no las mencionamos por el simple hecho de que pensamos más rápido de lo que hablamos; en otros casos porque sencillamente no es relevante para la conversación.  Pero muchas otras veces, sí tomamos conciencia, resultan muy necesarias y oportunas. Sin embargo las omitimos, dejándolas en un espacio aparte de lo que explícitamente decimos y caen a un lado, en una imaginaria columna a nuestra izquierda. 

La “columna izquierda” es un ejercicio, desarrollado por Argyris y Schön, que utiliza una columna derecha para la trascripción de lo que se dijo y una izquierda para anotar lo que realmente se pensó y sintió a cada paso de la conversación, pero que no se puede revelar.  

Hagamos un ejemplo de una conversación:

Columna izquierda
Pensamientos y sentimientos
no dichos
Columna derecha
Lo explícito; lo que fue dicho

Martín piensa: ¿Estará de mal humor?


Lucía: ¡Ya comenzó con la preguntas! Seguro me va a preguntar que vamos a cenar y yo ni se que hay en la cocina... ¡y necesito terminar este e-mail ya!

Martín: Uh, esta muy seria... casi ni me habla... ¿Será que me olvidé de hacer/traer/buscar algo? ¿Que fué lo último que me pidió?  

Lucía: ¿No se da cuenta que no puedo hablar ahora? Estoy concentrada, necesito terminar esto ¡¡¡y ya se acerca la hora de la cena!!!


Martín: “¡Hola Lucia! ¿Acabas de llegar del trabajo?"



Lucía: "No, hace un rato"



Martín:  Bueno, voy a descansar un rato antes de cenar... ¿Necesitas algo?
¿Quieres que pidamos delivery?


Lucía: Ahora hago la cena. 


Martín y Lucía, puede que sean pareja, compañeros de departamento, hermanos... el título del vínculo no importa. Lo importante es que la calidad de la relación que tienen depende casi en un 100% de las conversaciones que sostienen y de cómo fluye la comunicación entre ellos. Todas las personas tenemos una conversación pública (nuestra columna derecha - lo que decimos) una conversación privada (nuestra columna izquierda - lo que nos reservamos) y una conversación oculta (de la que ni nosotros somos conscientes) y de acuerdo a la profundidad de las conversaciones que sostengamos con otros, es la profundidad del vínculo que tenemos con ellos. Es por ello que este tema es tan relevante...

Es verdad que hay momentos en los que nuestra columna izquierda pareciera quedarse sin contenido, y es que soltamos lo que sea que pensamos en ese instante ... como una avalancha de nieve que se lleva todo a su paso.  ¿Has escuchado la expresión "No tienes filtro" o "no tiene pelos en la lengua"? ninguno de los dos extremos suelen ser bueno, al menos no lo son si queremos tener una relación fluida con las personas que nos rodean, en los distintos ámbitos donde nos movemos (familia, trabajo, comunidad, etc) encontrar un balance entre lo que decimos y lo que no;  y especialmente el COMO lo decimos, no es un trabajo fácil... pero con la práctica se logra.

Solemos tener reservas sobre expresar lo que guardamos en la columna izquierda porque, de hacerlo, podemos quedar expuestos ante los demás. Es un causante crítico de estress que ocupa gran parte de nuestros pensamientos. Por ejemplo, mira este video: 

“Las palabras, sentimientos e imágenes que aparecen en la columna izquierda no pueden ser desplazadas, eliminadas o rehuidas. La columna izquierda no es una elección, ocurre con independencia de la voluntad de la persona” (Kofman).
Mientras más evitamos los pensamientos, más se anclan en nuestra mente... la idea no es eliminarlos ¡es imposible! la propuesta es gestionarlos eficazmente para acercarnos a nuestros objetivos, vivir con menos estress y especialmente tener la calidad de relaciones que queremos a nuestro alrededor. Ser quienes somos de la forma mas genuina posible, con efectividad, respeto, honestidad e integridad para ti mismo pero también para los demás. ¿Te animas a hacer el ejercicio?

Ejercicio: Toma un papel y lápiz y dibuja dos columnas como las que te mostré más arriba. Escoje una conversación incómoda que hayas tenido hace poco y que te hubiese gustado que el resultado fuese diferente... En la parte superior de la hoja describe brevemente el contexto o los antecedentes de esa conversación. Trata de escribir en la columna derecha lo que recuerdas, tanto lo que tu dijiste como lo que dijo la otra persona. Como aún los seres humanos no tenemos uno de los superpoderes que yo quisiera tener: "leer la mente de los demás", en la columna izquierda solo vas a escribir lo que tu pensaste, sentiste y no dijiste durante la conversación.

Tips importantes a tomar en cuenta:
  1. No ignores tus sentimientos ni tus pensamientos, por más que no te agraden... no van a desaparecer ignorándolos, al contrario... se hacen mas fuertes. Enterrarlos dentro de ti, es resentir a tu organismo y afectar a tu salud.
  2. Por más tóxicos que sean, aceptarlos es el primer paso para filtrarlos y procesarlos.
  3. Transformemos esas toxinas en antídotos, reconozcamos que la mayoría de los pensamientos de tu columna izquierda son juicios de valor. Podemos cambiarlos.
  4. Las malas relaciones o los malos momentos en una relación (¡Cualquier relación!) son una responsabilidad conjunta, no hay ni culpables ni víctimas .
Los pasos del procesamiento de la columna izquierda:

  • Tomar conciencia.  Para ser auténtico con los demás, debo ser auténtico conmigo mismo. Primero auto-observación y luego auto-aceptación.
  • Asumir responsabilidad. Hacerse cargo de que siempre tengo la posibilidad de responder a las circunstancias. Tomar la responsabilidad sin culparme y, por supuesto, sin culpar al otro.
  • Revisar las propias intenciones respecto de la conversación. ¿cuál es mi objetivo? ¿convencer al otro? ¿que me digan que tengo la razón? ¿manipularlo?  ¿explicarle mi idea? ¿Dar mi opinión?
  • Analizar en forma crítica las opiniones propias e interpretaciones de la columna izquierda.
Recuerda que quizás algunos elementos de la columna derecha de tu interlocutor puede que, desde tu punto de vista, pertenezcan a su columna izquierda. Pero como no podemos controlar al otro, podemos aplicar también filtros a su columna derecha y tomar lo que nos sirve, aunque las formas que tuvo para comunicarlo no sean de nuestro agrado.

En cada conversación existe una oportunidad de aprendizaje y transformación, especialmente en las inefectivas, y aunque nos dejen una sensación desagradable, es de suma importancia dejar de lado nuestras emociones y estados de ánimo para "procesar" los errores y convertirlos en oportunidades de mejora, dado que son, justamente, la materia prima del crecimiento. Este ejercicio que les comparto hoy es justamente una técnica sencilla que te ayudará a reflexionar y a mejorar tus vínculos. 

¿Quieres mejorar tus relaciones con los demás? Escríbeme en un comentario acá en el blog, instagram, twitter o facebook. Conversemos a ver que ideas tienes a partir de este ejercicio.

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Fuentes consultadas:

Notas de clases


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